miércoles, 25 de febrero de 2009

Levantate...


Levántate y pasa este nuevo año…

 

Texto: Josue 1.1-9,18

 

Llamamiento:

 

(Jos 1:1)  Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová,  que Jehová habló a Josué hijo de Nun,  servidor de Moisés,  diciendo:

 

(Jos 1:2)  Mi siervo Moisés ha muerto;  ahora,  pues,  levántate y pasa este Jordán,  tú y todo este pueblo,  a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.

 

·         Siervo de Jehova

·         Siervo Moises

·         La tierra que yo les doy

 

Promesas:

 

(Jos 1:3)  Yo os he entregado,  como lo había dicho a Moisés,  todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.

 

(Jos 1:4)  Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates,  toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol,  será vuestro territorio.

 

(Jos 1:5)  Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida;  como estuve con Moisés,  estaré contigo;  no te dejaré,  ni te desampararé.

 

(Jos 1:6)  Esfuérzate y sé valiente;  porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.

 

·         Todo lugar que pisare la planta de vuestros pies

·         La tierra prometida a tus antepasados y a ti

·         Tu repartiras (i.e. en tus manos se confiare las riquezas)

 

Requisitos:

 

(Jos 1:7)  Solamente esfuérzate y sé muy valiente,  para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó;  no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,  para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.

 

(Jos 1:8)  Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley,  sino que de día y de noche meditarás en él,  para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;  porque entonces harás prosperar tu camino,  y todo te saldrá bien.

 

(Jos 1:9)  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente;  no temas ni desmayes,  porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

 

·         Esfuerzate y se muy valiente

·         No te apartes de la ley

·         Para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas

·         De dia y de noche meditaras en el

·         Para que guardes y hagas conforme a lo que en el esta escrito

·         Entonces haras prosperar tu camino y todo te saldrá bien

·         No temas ni desmayes

·         Porque Jehova estará contigo en dondequiera que vayas... amen

Dios y los Angeles


En el material que hemos desarrollado  hemos visto el autor declarar que la Biblia no intenta probar la existencia de Dios ni especular sobre su naturaleza; da por sentado que "Jehová es el Dios verdadero; Él es Dios vivo y Rey eterno" (Jer 10.10) y de que el que niega a Dios o se resiste a creer en su existencia o ignorara la misma es un insensato;  es un ateo; su negación es de orden ético: vive como si Dios no existiese y juzgase a las personas; pero es un error muy nuestro en la mayoría de las veces tratar de predicar la palabra de Dios a través de especulaciones o insinuaciones infundiéndoles temor al hombre natural en vez de mirarles como nuestro buen y amoroso Dios les mira, con un amor eterno y único que Él nos tiene a cada uno de nosotros sus siervos y aunque aborrece al pecado ama a aquel que está muerto en sus delitos y pecados y utilizara cualquier método para alcanzarle y que generalmente somos nosotros su instrumento más preciado para tal efecto. El amor y la bondad incondicional de nuestro buen y amado Dios, es tan inmensa que proviene de una fuente inagotable el cual es Él mismo y que ha preferido ver la muerte de su propio hijo por la sencilla razón de querer tenernos con Él en su reino, en su presencia delante de ese trono de gracia donde fluye amor, verdad, justicia y una misericordia inextinguible para todo aquel a quien recurre a Él por medio de la puerta de acceso que él nos dejo y que no es nada más ni nada menos que su hijo Jesucristo.

 

El amor y la bondad de Dios a menudo se ve reflejado en la vida de toda la creación sean justos o pecadores y es a través de la “gracia” (el amor y regalo inmerecido de Dios para con nosotros); como el atributo inseparable de Dios, la gracia no existe independientemente, como si fuese una entidad por sí sola. Debe eliminarse toda imagen que se la figure como una especie de sustancia, pues es la actitud de Dios hacia el hombre. Es la generosidad o la magnanimidad de Dios hacia nosotros, seres rebeldes y pecadores; aunque en la Biblia la gracia es fundamentalmente un atributo de Dios (1 P 5.10) y la mención más usual es la "gracia de Dios" (Hch 14.26; 20.24; 2 Co 8.1; Col 1.6; 2 Ts 1.12; Tit 2.11), en algunos pasajes es también una virtud humana (Pr 1.9; 3.22; 31.30; Nah 3.4). En ocasiones, gracia tiene la significación particular de una ofrenda (2 Co 8.19, RV-1909) y en plural expresa una acción de gratitud (1 Ti 4.4; Heb 12.28, VP).

. En el Antiguo Testamento es la traducción de una palabra que también se entiende como "favor" (Os 14.4), pero, aun sin emplear el término, el concepto impregna toda la Biblia, y entrelaza ambos Testamentos en completa unidad más que ninguna otra idea (Dt 7.7; 8.14-18; 9.4-6; Sal 103.4, 10; Jon 4.2).

En el Nuevo Testamento la gracia está centrada en la persona de Jesucristo (Jn 1.14-17; Ro 5.15; 1 Co 1.4; 1 Co 8.9; Ef 4.7; 1 Ti 1.14; Heb 2.9; 1 P 1.13). Él es la gracia de Dios, manifestada por acción de la voluntad divina, y las Escrituras afirman resueltamente que el hombre no puede hacer nada para merecerla (Ro 3.27, 11.6; Gl 2.21; 3.11; Ef 2.4-10), sin que esto, por supuesto, signifique abolición de la Ley. Estos mismos pasajes también insisten en la importancia de las buenas obras (Ef 2.4-10; Tit 2.11-14; 3.4-8). Estas no son causa sino consecuencia de la gracia de Dios, a pesar de lo ilógico que resulte esta doctrina para el orgullo del hombre natural.

La gracia posibilita la fe, que es la respuesta agradecida a la iniciativa de Dios. La fe es la aceptación de la gracia de Dios, pero a esta no la provoca aquella, pues es don de Dios para salvación (Hch 15.11; Ro 4.13-16; Ef 1.7; 2.8; 1 P 1.10). Toda la idea neotestamentaria de la redención y salvación gira en torno a la gracia de Dios manifestada en la vida, obra, muerte y resurrección de Cristo. Es la base de nuestra justificación (Ro 3.24; Tit 3.7), la verdadera buena nueva y la esencia misma del evangelio (Hch 20.24). Por esa gracia, Dios nos reconcilia consigo mismo en la cruz (2 Co 5.14-21).

La vida cristiana en su totalidad está contenida en la gracia de Dios. La santificación, crecimiento y maduración del creyente no se efectúa como una etapa posterior e independiente de la recepción de la gracia, sino dentro de ella (Hch 13.43; 2 Ti 2.1; 2 P 3.18). La vida cristiana está orientada por la gracia (2 Co 1.12), así como ha sido emancipada por ella de la sujeción penosa de la Ley (Ro 6.14). Esta gracia es para el hombre de fe la fuente de consuelo en sus tribulaciones (2 Ts 2.16s) y de esperanza y aliento en toda su acción; conforma con características especiales toda la vida (Mt 10.8b; 2 Co 8.1, 2) y en las horas de crisis es socorro oportuno (Heb 4.16). Tanto la vocación a la vida cristiana como al servicio dentro de ella, es obra de la gracia (Gl 1.6, 15; 2 Ti 1.9).

Caracteriza a la gracia su abundancia suficiente para toda emergencia y para toda necesidad y situación (Hch 4.33; 6.8; 11.23; Ro 5.17, 20; 2 Co 4.15; 9.8, 14; Ef 1.6; 2.7). Proviene del amor sin límites del Padre celestial.

Ser objeto de la gracia es un privilegio, y por consiguiente una responsabilidad. No podemos apoderarnos de la gracia como si fuera nuestro derecho, pero es posible oponer resistencia y perder así los beneficios que nos ofrece (2 Co 6.1; Gl 5.4; Heb 10.29; 12.15; Jud 4). Tenemos la obligación de administrar la gracia (Ef 3.2; 1 P 4.10).

 

Otro sello característico del amor y la bondad de Dios es la “misericordia”, y esta  se diferencia de la “gracia”;  es que la gracia considera al hombre como culpable, actuando en favor de él a pesar de su absoluta falta de méritos; en la “misericordia” se destaca el carácter compasivo del amor de Dios, y el énfasis de este aspecto de la actitud de Dios hacia el hombre tiene que ver con la condición mísera e impotente en que se encuentra.

La misericordia es el aspecto compasivo del amor de Dios hacia el ser que está en desgracia o que por su condición espiritual no merece ningún favor. La misericordia es la disposición a no ejecutar la justicia cuando ésta es punitiva, el acto de condonar un merecido castigo. Debido a nuestra pecaminosidad merecemos la muerte y eterna separación de Dios (Rom. 6:23; Isa. 59:2), pero el mismo Dios proveyó la expiación por nuestro pecado, y de esa manera nos mostró Su misericordia. Es decir que Dios no entrega al cristiano a la consecuencia natural del pecado de éste, la cual es la condenación. Es por la misericordia de Dios que Cristo "se hizo pecado" en nuestro favor (2 Cor. 5:21) y cargó sobre Sí el castigo que merecíamos (Isa. 53:4-5). De este modo, nos salvó de la condenación. La “misericordia” y la “gracia” son actitudes y disposiciones muy semejantes en Dios; mientras que la primera trata al hombre como un ser miserable, la segunda lo toma como culpable.

En la Biblia se destaca la misericordia de Dios como una disposición suya que beneficia al hombre pecador (Gn 32.10; Éx 34.6; Esd 3.11; Sal 57.10). Somos salvos por la misericordia de Dios (Ef 2.4; Tit 3.5). Por eso a Él se le llama "Padre de misericordia y Dios de toda consolación" (2 Co 1.3). El tratamiento que Dios da a su pueblo Israel es considerado en la Biblia como una manifestación de su misericordia (Éx 15.13; Jue 2.18).

En su ministerio público Jesucristo mostró misericordia para con los enfermos, los necesitados y los desprovistos de atención espiritual (Mt 9.36; 14.14; Mc 1.41; 8.2). También nosotros los seguidores de Cristo debemos ser misericordiosos, para "alcanzar misericordia" (Mt 5.7). La misericordia es más agradable a Dios que los sacrificios (Os 6.6), aun cuando estos fuesen necesarios por causa del pecado (1 S 15.22; Miq 6.6-8).

La Biblia da algunos ejemplos de individuos que practicaron la misericordia en su trato hacia el prójimo (Mt 18.27; Lc 10.33), y esta es una gracia que todos debemos imitar (Mt 23.23; Stg 3.17). La misericordia debe ejercerse con alegría (Ro 12.8). El perdón  es una consecuencia hermosa de la misericordia, tanto de parte de Dios como en las relaciones de los hijos de Dios entre sí (Lc 6.36).

 

Un buen ejemplo de la bondad de Dios ejercida a través de la gracia y la misericordia en mi comunidad es ver la merma de drogadictos y rateros en la zona, ya que las autoridades y la iglesia local se ha esforzado en alcanzarle con el evangelio predicándoles a tiempo y fuera de tiempo soportando persecuciones y vituperios pero sin ningún saldo que lamentar y hoy felizmente podemos disfrutar de un vecindario tranquilo y relativamente seguro, la misericordia se ha extendido sobre jóvenes que estaban muertos en sus delitos y pecados sin esperanza y sin Dios viviendo con una mente reprobada por Dios pero fiel es Él que pone quebrantamiento en la vida de sus hijos de llevarles el pan de vida y de esa forma alcanzar salvación y vida eterna.

 

Otro ejemplo de la misericordia de Dios pude ver manifiesto en la vida de un Pastor muy allegado a mí y que estaba llevando una vida entregada al pecado, ocultando una faceta, que muchas veces creíamos una simple insinuación o intuición pero yo puedo ver que el amor y la misericordia de Dios es tan grande sobre la vida de este varón que varias circunstancias que  sucedieron hizo que su pecado salte a la luz y se torne pública y en consecuencia el busque arrepentirse y dejar la doble vida que llevaba. Porque imagínese si la misericordia de Dios se agotara sobre su vida y por una circunstancia trágica le fuera arrebatada la vida, ¿qué sería de él? O en el peor de los casos que nos da mucho que reflexionar y esta es la pregunta que me hago y por ende les hago; ¿y si el Señor volviese a buscar a su iglesia y tú o yo no estamos a cuenta con Él? ¿Qué sucederá? En fin, solo la misericordia de Dios deberás es la que nos alienta a través de su Santo Espíritu de cada día poder reflexionar en nuestras actitudes y nuestras acciones y ponernos a cuenta con Él.

 

Ángeles:

Las palabras «malac» (heb.) y «angelos» (gr.) que significan «mensajero» son las que se utilizan tanto en el AT como en el NT para designar así a los seres espirituales inteligentes y un poco superiores al hombre (Sal.8:6; Heb 2:7), que son mencionados constantemente en las Escrituras como mensajeros de Dios, tanto como portadores de buenas nuevas y como ejecutores de los juicios de Dios. El ángel bíblico es, por derivación y función, un mensajero de Dios que tiene una relación familiar con él cara a cara, siendo por lo tanto un ser superior al hombre. Por cierto que se trata de una criatura espiritual e incorrupto en esencia original, pero dotada de libre albedrío, y por lo tanto no necesariamente impermeable a la tentación y al pecado. Hay muchas indicaciones de una caída angélica, bajo la dirección de Satanás (Job. 4.18; Is. 14.12–15; Ez. 28.12–19; Mt. 25.41; 2 P. 2.4; Ap. 12.9), si bien esto corresponde propiamente al campo de la demonología. Los rollos de Qumrán hablan de una doble jerarquía de ángeles, asociados con seres mortales, si bien esto corresponde a los respectivos reinos de la luz y las tinieblas. Ambos testamentos usan esta misma palabra para hacer referencia tanto a mensajeros mortales como a mensajeros puramente terrenales.

 

Poco es lo que sabemos de su naturaleza: «Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus ministros llama de fuego» (Heb_1:7). Hay evidentes gradaciones de rango entre ellos, descritas como principados y potestades, de los que Cristo, como Hombre, es ahora la Cabeza (Col_2:10). En dos ocasiones nos encontramos con «arcángel». La voz de un arcángel acompañará el arrebatamiento de la iglesia (1Th_4:16). El arcángel Miguel luchó con Satanás sobre el cuerpo de Moisés (Jud_9). Él con sus ángeles luchará contra el dragón y sus ángeles, arrojándolos fuera del cielo (Rev_12:7, 8). Gabriel es el único otro nombre de un ángel que nos haya sido revelado en las Escrituras; se apareció a Daniel, a Zacarías y a María; dijo que estaba en la presencia de Dios (Dan_8:16; 9:21; Luk_1:19, 26). Aunque no somos conscientes de la presencia de los ángeles, sabemos que son espíritus ministradores enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación (Heb_1:14; cp. Psa_34:7). También sirvieron al Señor mientras Él anduvo aquí abajo (Mat_4:11; Mar_1:13; Luk_22:43). Hay «miríadas» de estos ángeles (Mat_26:53; Heb_12:22; Rev_5:11), y son descritos como «poderosos», «santos», «escogidos» (2Th_1:7; Mar_8:38; 1 Tit_5:21); no se casan (Mar_12:25). No se nos dice cuándo fueron creados, pero es indudable que son ellos los mencionados como los «hijos de Dios» que clamaban gozosos cuando Dios creaba la tierra (Job_38:4-7). La Ley fue dada por ministerio de los ángeles (Act_7:53; Gá. 3:19; Psa_68:17); participaron en la proclamación del nacimiento del Salvador (Luk_2:8-14); se hallaron presentes en la Resurrección (Mat_28:2; Joh_20:12). Los ángeles no son los depositarios de la revelación ni de los consejos de Dios. Anhelan mirar en las cosas de que da testimonio el Espíritu de Cristo en los profetas, y que han sido anunciadas por los apóstoles en el poder del mismo Espíritu (1Pe_1:12). El mundo venidero no será puesto en sujeción a ellos, sino bajo el hombre en la persona del Hijo del hombre (Heb_2:5-8), y los santos juzgarán a los ángeles (1Co_6:3). Es por ello tan sólo una falsa humildad la que enseñaría a dar culto a los ángeles (Col_2:18). Cuando Juan se postró para adorar al ángel en la isla de Patmos, abrumado por las cosas que le habían sido reveladas, fue refrenado en dos ocasiones de adorar a su «consiervo» (Rev_19:10; 22:9). En Psa_8:5 la palabra usada es «elohim», «Dios», dándosele este nombre a los ángeles como Sus representantes (cp. Psa_82:6).

Los ángeles pueden aparecérseles a los hombres como portadores de mandamientos y noticias específicos de parte de Dios (Jue. 6.11–23; 13.3–5, etc.;). En casos específicos pueden socorrer a los siervos mortales de Dios que padecen necesidad (1 R. 19.5–7). Pueden encargarse de realizar misiones de ayuda militar (2 R. 19.35, etc.) o, menos frecuentemente, encargarse de la acción hostil directa (2 S. 24.16s) contra Israel. Los hombres de Sodoma (Gn. 19), en diversos lugares) o cualquier otro obrador del mal pueden ser castigados por ellos. Su capacidad bélica, que está implícita en Gn. 32.1s; 1 R. 22.19, se deja ver en forma más específica en Jos. 5.13–15; 2 R. 6.17: de aquí el título familiar de la deidad, Yahvéh Dios de los ejércitos.

Los ángeles fueron creados (Col 1.16) en estado de santidad (Jud 6) antes de la creación del mundo (Job 38.6, 7). Son seres espirituales (Heb 1.14) que pueden tomar forma corpórea, aunque no tienen cualidades físicas como los humanos. Su apariencia es masculina (Gn 18.2, 16; Mc 16.5, etc.). No pueden reproducirse ni tampoco morir (Mt 22.30; Lc 20.36). Existen en gran número (Heb 12.22; Ap 19.1). Poseen inteligencia (1 P 1.12), sensibilidad (Lc 15.10) y voluntad (Jud 6). Se les llama "santos" (Mt 25.31), "escogidos" (1 Ti 5.21) e "hijos de Dios" (Job 1.6), y se dice que están en el cielo" (Mt 18.10).

Las Escrituras hablan de ángeles que pecaron (Jud 6; 2 P 2.4). Aquí se trata solamente de los que no han caído de su estado original. Pablo menciona "principados y potestades en los lugares celestiales" (Ef 3.10). Dos ángeles se mencionan por nombre: Gabriel (Lc 1.26) y Miguel (el arcángel, "uno de los principales príncipes", Dn 10.13, Jud 9). Se habla también de serafines (Is 6.1-3) y querubines (Gn 3.22-24).

Los ángeles alaban a Dios (Ap 4-5), cuyo rostro contemplan siempre en el cielo (Mt 18.10), y ejecutan su palabra (Sal 103.20). En cuanto a Cristo, se dice que fue "visto de los ángeles" (1 Ti 3.16). Predicen (Lc 1.26-33) y anuncian su nacimiento (Lc 2.13), le protegen en su infancia (Mt 2.13), le asisten en la tentación (Mt 4.11), están listos para defenderle (Mt 26.53), le confortan en Getsemaní (Lc 22.43), remueven la piedra del sepulcro (Mt 28.2), anuncian la resurrección (Mt 28.6) y la Segunda Venida (Hch 1.10, 11).

Hay varios ministerios que los ángeles cumplen en relación con la experiencia del creyente (Lc 15.10; 16.22; Hch 8.26; 12.7; 27.23, 24; 1 Ts 4.16; 1 Ti 5.21; Heb 1.14). Intervienen también en la vida de las naciones (Dn 10.21; 12.1; Ap 8; 9; 16) y de los individuos no salvos (Gn 19.13; Mt 13.39; Hch 12.23; Ap 14.6, 7).

El hombre ha sido hecho "poco menor que los ángeles" (Sal 8.5), pero al unirse con Cristo por medio de la fe es exaltado sobre ellos (Heb 1-2). Los ángeles le sirven (Heb 1.14), pero Él les excede en conocimiento espiritual respecto a la manifestación de la gracia de Dios en Cristo (1 P 1.10-12), y un día los juzgará (1 Co 6.3). La Biblia prohíbe que se rinda adoración a los ángeles (Col 2, 18; Ap 19.10; 22.8, 9).

 

De entre los ministerios de los ángeles más específicos podemos declarar también sobre los siguientes:

  1. Provisión: Dios usa ocasionalmente a los ángeles para proveer lo que necesitamos; la fortaleza espiritual y física es una de estas provisiones y un ejemplo excelente es nuestro Señor Jesús cuando se enfrento a la cruz; en la víspera de su crucifixión, Jesús enfrento gran agonía cuando oraba anticipando todo lo que implicaba la redención del género humano, y durante esa agonía “se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle” (Luc. 22.41-44)

Un ángel también impartió fortaleza espiritual al apóstol Pablo en una situación cuando estaba en alta mar, la embarcación en la que iba fue retenida por una violenta tormenta que se desato por varios días y cuando ya no tenían esperanzas de salvarse un ángel se le apareció y lo animo y le declaro que no moriría ni el ni los que con el estaban (Hch. 27:13-44)

También podemos ver un acto de provisión en este caso de alimento cuando Jesús después de haber sido llevado al desierto 40 días sin haber comido nada y ser tentado por Satanás, salió victorioso al haber resistido a todas las tentaciones y propuestas del diablo y la palabra nos declara que “vinieron ángeles y le servían” Mt.4.3,4; algo similar sucedió con el profeta Elías cuando los ángeles le proveyeron de pan y agua (1R. 19.1-8).

                               

  1. Protección: la revelación de las escrituras y las experiencias humanas muestran que Dios utiliza a los ángeles para proteger; el salmista declara esto en el Sal. 34.7 de que “El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen” y el profeta Daniel refuerza estas palabras al encontrarse en el foso de los leones (Dn. 6.1-27) también en el libro de Daniel  podemos encontrar que un ángel guardo a Sadrac, Mesac y Abednego del horno ardiente (Dn. 3.19-30). En otra situación de protección podemos ver en el relato del Evangelio de Mateo 2.13-15 donde un ángel aparece para advertir a José del peligro que corría el y su familia incluyendo al recién nacido Jesús de la orden que dicto el rey Herodes de matar a todas las criaturas menores de dos años.

 

  1. Liberación: estrechamente relacionado con la protección esta el concepto de la liberación, como el salmista lo declara en Sal. 34.7; las escrituras nos indican que en algunas ocasiones Dios utiliza a sus ángeles para librar a su pueblo de caer en condiciones peligrosas. En el libro de los hechos (Hch. 5.17-21; 12.6-10) podemos ver que en dos ocasiones un ángel apareció para liberar al apóstol Pedro de la cárcel donde se encontraba en uno estaba con otros apóstoles y en la segunda ocasión estaba solo. Otra forma de liberación podemos ver en el relato de la destrucción de Sodoma y Gomorra cuando Dios decreto el juicio contra estas ciudades y envió dos ángeles para advertirle a Lot que salga él y su familia y que se dé prisa porque el juicio ya estaba a punto de concretarse (Gn. 19.1-29)

 

  1. Guía: otro aspecto del ministerio de los ángeles que podemos ver es la de guía; desde Pentecostés, el Espíritu Santo ha sido la guía principal de los creyentes; no obstante, Dios todavía utiliza ángeles  en ciertas circunstancias para guiar a sus pueblo como podemos ver en el relato de Hch. 8.26-40 donde un ángel se le aparece a Felipe y le dice “levántate y ve hacia el sur por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza” y Felipe inmediatamente respondió y de ahí llegamos al pasaje donde vemos el encuentro de Felipe con el eunuco etíope.

Otra situación clara de guía angelical que podemos encontrar también  en el Libro de los Hechos (10.1-8) es cuando el ángel se le apareció a Cornelio un gentil justo y temeroso de Dios donde recibe unas instrucciones de enviar en busca del apóstol Pedro para que este le instruyera a el y a su casa en los caminos del Señor

Independientemente de las funciones ministeriales de los ángeles, el temor a Dios y sus propósitos para con nuestra vida y la de su pueblo es la que hace posible que los ángeles sean servidores, guías y protectores nuestros pero la palabra nos enseña que el propósito de todo esto es la adoración Él, sus mensajeros nunca deben convertirse en el centro  principal de nuestra atención o afecto ya que ellos simplemente son el canal por la cual Él nos provee cuidado y provisión para cumplir su propósito en nuestra vida.

 

 

 

 

a.       Referencias bíblicas de cada uno de estos cuatro aspectos

 

1.       Dos ilustraciones descriptivas de cómo el ministerio de los ángeles seria practico para la gente en su sociedad.

Bibliografía.

°L. Berkhoff, Teología sistemática, 1972;

L. Miller, Todo sobre los ángeles, 1974;

M. R. De Haan, Los ángeles de Dios;

L. Berkhof, Systematic Theology, 1949, pp.pp. página(s) 141–149, y manuales similares; H. Heppe, Reformed Dogmatics, 1950, pp.pp. página(s) 201–219;

G. Kittel y G. Friedrich (eds.), Theologisches Wörterbuch zum Neuen Testament, 1932–74; trad. ing. Theological Dictionary of the New Testament, eds. G. W. Bromiley, 10 t(t)., 1964–76 1, pp.pp. página(s) 74–87

C. Brown (eds.), The New International Dictionary of New Testamento Theology, 3 t(t)., 1975–8 1, pp.pp. página(s) 101–105, 449–454

L. Strack y P. Billerbeck, Komentar zum Neuen Testament aus Talmud und Midrasch, 6 tt, 1926–61, bajo pasajes específicos del NTNT Nuevo Testamento; R. A. Stewart, Rabbinic Theology, 1961. Para el aspecto relativo a Qumrán, Y. Yadin, The Scroll of the War of the Sons of Light against the Sons of Durkness, 1962, pp.pp. página(s) 229–242.

Xabier Pikaza, "Los ángeles. Doctrina del Nuevo Testamento", en Revista Biblia y Fe, Vol. XIX, Escuela Bíblica "Fermín Caballero", España, septiembre-diciembre, 1993.

 

 


    El Pecado y la Salvación (I)

    Texto Bíblico Clave: " Porque la paga del pecado es muerte mas la dadiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesus Señor nuestro" (Ro. 6:23)

     

    1) La realidad del pecado:  El pecado puede ser definido como la desobediencia y la falta de conformidad a las leyes que Dios ha establecido para la dirección de sus criaturas racionales.

     

  1. Evidencia bíblica:
  2. El pecado es uno de los temas principales de la biblia
  3. Genesis 3
  4. Genesis 4
  5. Exodo 20:1-7 Dios dio la ley escrita para dirigir a su pueblo
  6. Levitico 4-7; Dios instruye a Moises de cómo expiar el pecado dirigiendo al pueblo a ofrecer sacrificios apropiados por los pecados cometidos
  7. Levitico 16; Incluso separo un dia del año en el que toda la nacion de Israel deberia arreglar sus cuentas de pecado
  8. Los libros historicos registran el tragico fracaso del pueblo de Israel en la obediencia de los mandamientos
  9. Revela la aspotasia, desobediencia, terquedad y rebeldia de Israel hacia Dios y sus leyes
  10. El salmista revela su tristeza que resulta del pecado personal (sal. 51:1-2,5)
  11. Mateo 26:14-16 La traicion de Judas
  12. Lucas 22:39-44 El sufrimiento y la toma de Jesus sobre si el pecado del mundo
  13. Hechos 5:1-11 El complot de Ananias y Safira
  14. Una de las evidencias mas vividas de la realidad del pecado se registra en:
  15. Romanos 1:18-32

    Rom 1:18-32

    (28)  Además,  como estimaron que no valía la pena tomar en cuenta el conocimiento de Dios,  él a su vez los entregó a la depravación mental,  para que hicieran lo que no debían hacer.

    (29)  Se han llenado de toda clase de maldad,  perversidad,  avaricia y depravación.  Están repletos de envidia,  homicidios,  disensiones,  engaño y malicia.  Son chismosos,

    (30)  calumniadores,  enemigos de Dios,  insolentes,  soberbios y arrogantes;  se ingenian maldades;  se rebelan contra sus padres;

    (31)  son insensatos,  desleales,  insensibles,  despiadados.

    (32)  Saben bien que,  según el justo decreto de Dios,  quienes practican tales cosas merecen la muerte;  sin embargo,  no sólo siguen practicándolas sino que incluso aprueban a quienes las practican.

     

  16. La necesidad de gobierno: 
  17. La biblia no solo presenta muchos ejemplos de la realidad del pecado, sino también provee evidencia al señalar la inevitable necesidad de gobierno en la sociedad
  18. Jueces 21: 25. dice: "En estos días no había rey en Israel; cada uno hacia lo que bien le parecía".
  19. 1 Samuel 8; relata "el pueblo pide a Samuel que nombrara un rey para que los dirigiera"
  20. El pueblo no estaba dispuesto a obedecer a Dios, se necesitaba establecer un gobierno
  21.  

     

     

     

  22. El origen del pecado: durante siglos los filósofos han debatido si el pecado es eterno y ha existido siempre junto con el bien. Llegaron a la conclusión de que la lucha entre el bien y el mal ha existido siempre y continuara por la eternidad.
  23.  

  24. En el universo:  el pecado de los angeles los condujo hacia su caida y se origino el pecado en el universo.
  25. Los angeles fueron creados como una compañía de seres santos, perfectos cuya voluntad estaba inclinada hacia su creador.
  26. Aparentemente los angeles tenian la capacidad de decidir y comprender las consecuencias de la desobediencia.
  27. Satanas (Lucifer) un angel singular, ocupaba una posición exaltada.
  28. Ezequiel 28:12. Hijo de hombre,  levanta endechas sobre el rey de Tiro,  y dile:  Así ha dicho Jehová el Señor:  Tú eras el sello de la perfección,  lleno de sabiduría,  y acabado de hermosura.

    2 Corintios 4:4, en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos,  para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo,  el cual es la imagen de Dios.

    Efesios 2:2; en los cuales anduvisteis en otro tiempo,  siguiendo la corriente de este mundo,  conforme al príncipe de la potestad del aire,  el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,

  29. Aparentemente Satanas fue el lider de la rebelion desde un pricncipio (Juan 8:44; 1Jn. 3:8)
  30. Según las referencias a reyes terrenales muy antiguos que aparecen simbolizar a Satanas, creemos que su pecado comenzo con la ambicion y presuncion (orgullo)
  31. Comparar:
  32. Ezequiel 28: 11-19;

    Isaias 14: 13-14 con

    1 Timoteo 3:6

     

  33. En la raza humana: Dios creo al hombre sin una naturaleza pecaminosa, lo puso en un ambiente ideal y suplió todas sus necesidades
  34. Dios le dio a Adan una mente poderosa y abundantes desafios para que ocupara su tiempo y energia
  35. Le dio reglas sencilla para que las observara y les advirtio a los dos sobre las consecuencias de la desobediencia
  36. En medio de abundantes privilegios y provisiones solo se les nego una cosa: el fruto de un arbol
  37. Esa prueba tuvo el proposito de que mostraran su obedicencia o desobediencia a la voluntad de Dios
  38. Adan y Eva no fueron creados como automatas que debian vivir para darle la gloria a Dios sin ningun derecho de eleccion
  39. Genesis 3:4 .
  40.  

  41. La naturaleza del pecado: Los eruditos biblicos que estudian la formacion de palabras explican cuales ideas las formaron.
  42. Este estudio de palabras nos da una idea del significado de la palabra pecado.

    Cada termino, en forma diferente expresa un acto o actitud que provoca la desaprobacion divina.

     

  43. Transgresión:  (Romanos 5: 14-17) significa infraccion o violacion de la propiedad a o los derechos de otra persona. Para proteger su propiedad, la gente marca limites. A menudo ponen un rotulo que indica la multa por transgredir. De la misma forma Dios ha fijado ciertos limites morales para el hombre a los cuales nos referimos como leyes. Cuando una persona viola esos limites, comete pecado (ignora la ley de Dios). El libertinaje o vivir sin ley es pecado (1 Juan 3:4)
  44.  

  45. Errar el blanco: (Exodo 20:20). Cuando una persona peca, deja de cumplir el proposito de Dios para su vida. En este sentido el pecado consiste en errarle al blanco. No cumple lo que Dios ha planificado para ella. Errar el blanco es una termino relacionado con el deporte del tiro con Arco, cuando la flecha no da en el centro del blanco al que se apunta.
  46.  

  47. Egoísmo: (Salmos 119:36; Filipenses 2:3) La primera desobediencia se debio al egoismo, porque el hombre deseo lo que creyo Dios le habia negado. Se le apelo a su vanidad y orgullo
  48.  

  49. Rebelión: (Exodo 23:21; 1 Samuel 24:11) Rebelarse es desobedecer u oponerse a una autoridad superior. Es una desviacion de la ley de Dios.
  50. Isaias lo ilustro diciendo: "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se aparto por su camino" (Isaias 53:6)
  51. Hoy dia todos hacen lo que quieren, obedecen sus deseos e impulsos. Lo mismo se aplican a comunidades y naciones enteras.

     

  52. Contaminación o mancha: (Santiago 1:27). Cuando alguien peca interiormente, esta conciente de su mala accion, porque su conciencia lo condena. El sentido de culpa instigado por el pecado le hace conciente de su mancha o contaminacion (inmundicia). Se siente sucio. Por ello las escrituras hablan de la necesidad de limpieza de la mancha o la contaminacion del pecado (Salmos 51:2,7; Juan 1:7)
  53.